Lo que una vez fue familiar ahora es desconocido para todos. Las expectativas han sido interrumpidas, los objetivos están siendo reevaluados, las estructuras organizativas existentes y las formas de trabajar están siendo redefinidas. Es una oportunidad única para aportar sabiduría, perspicacia y creatividad para resolver problemas desafiantes.
La historia de Sísifo
El filósofo Albert Camus dice que el mito de Sísifo es una metáfora de la condición humana: la perseverancia. Sísifo fue una figura de la mitología griega que fue condenada a repetir para siempre la misma tarea sin sentido de empujar una roca hacia arriba de una montaña, solo para verla rodar una y otra vez... ¡y otra vez! Camus llama a Sísifo el epítome de un "héroe absurdo"; o una persona que experimenta, de manera simultánea, momentos de esperanza y pruebas debido a su innegable mortalidad. Camus lo llama el "héroe absurdo" porque continúa persistiendo ante la lucha absoluta. Siempre abrazando el concepto de que la verdad conquistará todo, Sísifo sigue empujando esa maldita roca hacia arriba de la colina. Sísifo finalmente reconoce la certeza de su destino, lo que lo libera para alcanzar un estado de aceptación contenta. Es visto como un héroe porque primero puede cambiarse a sí mismo y luego al mundo. Sus circunstancias no tienen que ser inútiles o desesperanzadoras. Más bien, puede crecer, aprender y prosperar contra todas las probabilidades y eso hace que la victoria sea aún más dulce.
La lección: ¡Con perseverancia, ningún desafío es demasiado grande para superar!
¿Cómo podemos traducir esta lección a las corporaciones?
En un instante, los empleados de todo el mundo tuvieron que ingeniárselas para encontrar formas creativas de trabajar de forma remota dentro de su entorno doméstico existente. Algunas personas trabajan en pequeños apartamentos en la encimera de la cocina o en el sofá. Otras personas afortunadas han convertido el comedor en una oficina en casa. Algunas personas están utilizando su espacio al aire libre como una oficina combinada y un centro social como nunca se imaginaron. Esta experiencia ha sido inquietante por decir lo menos, pero las personas perseveraron. Y esta nueva experiencia, combinada con perseverancia, puede cosechar grandes beneficios si estamos lo suficientemente abiertos para experimentar las ventajas. A veces, cuando te ves obligado a comenzar de nuevo sin un plan bien definido, te encuentras en un lugar mejor.
Se han moldeado nuevas formas de conectar. Las interacciones en persona tanto con clientes como con compañeros de trabajo son reemplazadas por interacciones virtuales desde ubicaciones remotas. Las personas tienen una nueva comprensión mutua y están brindando experiencias de calidad. Hay algo interesante y personal en ser invitado al hogar de otra persona, aunque sea a través de una llamada de zoom. Hemos visto los entornos y estilos de decoración de los hogares de los demás (o la falta de ellos). Hemos conocido a sus nuevos compañeros de trabajo... ya sea un niño o una mascota. Las organizaciones pueden beneficiarse de esto. Los líderes pueden crear una cultura en la que estas conexiones recién descubiertas y apreciadas puedan prosperar. Este es un momento de introspección, reevaluación y renovación para superar los desafíos que se avecinan. Una disposición para aprender formas de hacer las cosas de manera diferente ayuda a construir la perseverancia. Las organizaciones y personas que piensan con un espíritu de perseverancia y agilidad están prosperando ahora que se están produciendo las reaperturas.
Es difícil predecir exactamente cómo será la nueva normalidad, pero una cosa es segura: la calidad y el contenido de la experiencia virtual del cliente y del empleado serán más importantes que nunca. En un momento en el que tanto los clientes como los empleados se están volviendo más expertos en tecnología, una experiencia de usuario segura es una ventaja competitiva. La privacidad de los datos y los controles de acceso fluidos respaldan esta experiencia de usuario al tiempo que brindan a la empresa y a sus partes interesadas los controles regulatorios y de seguridad que necesita para operar con confianza.
Todo lo anterior ha creado una oportunidad para que la organización financiera se reinvente a sí misma. La Finanzas ha tenido que operar con más rapidez y decisión de lo que resulta cómodo para la mayoría de los "contadores". Hemos tenido que renunciar al control sobre el seguimiento de cada centavo e incluso de cada dólar para centrarnos en hacer maniobras rápidas y decisivas para llevar esa roca hasta la cima de la colina y mantenerla allí. Con esto vino la dependencia de empleados clave que dieron un paso al frente en un momento dado y demostraron ser invaluables. ¿Y qué hemos aprendido de esto? ¿Hay algún aspecto positivo? Sí, lo hay. Hemos descubierto quiénes son nuestros líderes resilientes y con propósito. Hemos empoderado a las personas para hacer grandes cosas.
¿Cómo mantenemos este impulso? Incorpore un espíritu de ejecución en su cultura. Adopte una mentalidad que fomente la innovación y el aprendizaje para unirse y lograr rápidamente un objetivo común. Se ha demostrado que los resultados más rápidos generan una mayor satisfacción laboral entre los empleados. Cree equipos con sus trabajadores más comprometidos, sus estrellas más brillantes, y empodérelos
